Las criptomonedas han dejado de ser percibidas únicamente como un vehículo de éxito individual; están comenzando a ser vistas como herramientas que fomentan la movilidad social en Latinoamérica. A pesar de los prejuicios, este sector emergente ha empezado a dar oportunidades laborales a personas que antes estaban excluidas del sistema financiero tradicional.

Cripto y Movilidad Social

El fenómeno de la movilidad social ha sido un tema recurrente en la historia de las sociedades. El uso de criptomonedas ha permitido a muchos, incluidos migrantes y personas de clases trabajadoras, acceder a nuevas formas de ingresos y desarrollo personal. Algunos ejemplos son:

• Iván Tello, de barrio obrero a CEO de un exchange.
• Pedro Rey, quien se convirtió en influyente en el ecosistema cripto tras migrar desde Bolivia.
• Fidelina Arteaga, quien logró establecer un estudio jurídico Legaltech enfocado en cripto luego de enfrentar la pobreza.

Estos testimonios reflejan que las criptomonedas no solo ofrecen una forma de ahorro ante la devaluación de las monedas locales, sino que también están conectando a personas y comunidades en redes de apoyo mutuo.

"Cripto es una solución a las deficiencias del sistema financiero actual, empodera, y se puede aprender mucho en los eventos de comunidades, de manera autodidacta" - Pedro Rey.

Un Mercado en Crecimiento

Según un informe del BID, el sector de criptoactivos en Latinoamérica ha duplicado la cantidad de empresas entre 2016 y 2022. Esto no solo habla de una creciente preocupación por la inclusión económica, sino también de la capacidad de generar empleo en sectores como marketing, diseño UX, abogados y desarrolladores. A pesar de las incertidumbres que enfrenta la industria, su capacidad de adaptarse y ofrecer soluciones podría enviar un mensaje alentador en tiempos difíciles.

Conclusión

La industria de las criptomonedas se presenta como un camino hacia un futuro más prometedor en Latinoamérica. A medida que más personas acceden a la tecnología y las herramientas necesarias, existirán mayores posibilidades de transformar la realidad económica y social en la región. La esperanza radica en la construcción de comunidades sólidas que apoyen a todos en este viaje hacia el crecimiento y la transformación.